El encalado de los suelos, evita la migración de elementos fitotóxicos como el manganeso y el aluminio que merman el crecimiento y afectan negativamente al desarrollo de los cultivos.
Los cultivos necesitan un pH determinado para crecer de forma óptima. Las lluvias y en la actualidad, la explotación intensiva de los campos, provoca una acidificación continua del terreno. Es necesario corregir el pH del suelo para mantener su rendimiento a lo largo de los diferentes ciclos y campañas agrícolas, para lo cual Calcinor ha diseñado diversos productos base cal y dolomía calcinada.
La aportación de óxido cálcico u óxido cálcico-magnésico permite neutralizar la acidez del terreno agrícola mediante el ajuste del pH contribuyendo a:
- Acondicionar el terreno, para que el cultivo asimile los nutrientes en condiciones óptimas.
- Eliminar la fitotoxicidad del aluminio, elemento básico de los silicatos, por transformación de otras especies iónicas no tóxicas para los cultivos.
- Reducir también la solubilidad de los metales pesados, y con ello, su biodisponibilidad por parte de los cultivos.
Además del pH, con las adiciones de los productos de Calcinor:
- Se regula el estado cálcico del suelo. El estado cálcico del suelo indica la adecuación del mismo para su uso agrícola. Para regular dicho estado cálcico se utilizan productos que llevan calcio o/y magnesio como la caliza y la dolomita o sus óxidos correspondientes.
- Los productos cálcicos mantienen estable la estructura del suelo agrícola. La estabilidad de esta estructura es básica para que se puedan dar de forma correcta las funciones principales que permiten el buen crecimiento del cultivo.
- El magnesio que contiene nuestros productos es un componente de la clorofila, necesaria para el desarrollo del proceso químico de fotosíntesis de las plantas.
Los productos en forma de óxido son asimilados y corrigen rápidamente el pH de los terrenos mientras que los carbonatos tienen una asimilación y efecto regulador a medio plazo.